Calas de arena blanca, naturaleza y buen ambiente nocturno son sus principales argumentos
Menorca es tendencia y está de moda, por lo que la demanda es muy alta pero la oferta de alojamientos sin embargo es pequeña. Además este año se vuelven a utilizar sin problemas las flotas de vehículos de alquiler, de manera que el primer consejo de viaje es el de reservar el hotel, los billetes de avión y el coche de alquiler con antelación.
Aunque todo depende del presupuesto con el que se cuente, vale la pena encontrar con tiempo a buen precio un hotel de estilo menorquín y con vistas al mar. Además contar con un vehículo es necesario. Una buena recomendación es la de alquilar ese coche con una empresa local como puede ser por ejemplo Minurka Alquiler de coches sin franquicia en Menorca, en la que se aseguran de tener un trato cercano y siempre están dispuestos a ayudarnos.
La segunda isla más grande de las Baleares es una isla de ensueño y supone un viaje ideal de relax por una isla que vale la pena explorar alejándose de las aglomeraciones y conociendo a los locales de primera mano, y para hacerlo bien y sin presión la mejor forma es tener un coche con el que movernos a nuestro antojo y explorar los rincones más especiales de Menorca recorriendo todas las calas de norte a sur.
Visitar Menorca desde el mar
Si el plan es disfrutar del turquesa del mar, ver las calas más bonitas y el verde infinito de la costa también desde el mar, aconsejamos alquilar un barco Charter en Menorca, empresa de alquiler de barcos con más de 120 embarcaciones para elegir el barco que mejor se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.
El barco es una de las opciones más demandadas para unas vacaciones en Menorca, ya que es la llave para las calas más recónditas y siempre disfrutando de la intimidad que da el barco. Organizar en uno de estos barcos un viaje de despedida de soltero o soltera es una maravilla para disfrutar en pleno Mar Mediterráneo de uno de los mayores tesoros y más preciados de las Baleares: la isla de Menorca, en la que además se puede practicar el esnórquel y explorar el fondo del Mediterráneo. A esto hay que sumar que hay reservas naturales a las que sólo se puede llegar desde el mar.
Una experiencia única
Otro aspecto importante a tener en cuenta al planificar estas vacaciones es que en Menorca en verano si se quiere comer fuera es necesario reservar siempre. Una buena sugerencia para disfrutar de la dieta mediterránea es el Restaurante Sa Punta Menorca, donde desde su terraza con vistas de 360 grados se puede ver todo Cales Fonts y el Puerto de Maó en lo que supone un placer para los sentidos. Una combinación perfecta de gastronomía y vistas panorámicas.
Prepara tu viaje
Para poder impregnarse también del ambiente nocturno, es una buena opción reservar un alojamiento en Ciutadella o Maó en donde se encuentran las zonas más animadas de la isla para no tener que coger el coche por la noche. También la oferta de ocio y restauración es en estas ciudades mayor.
Una tendencia de viaje que perdura
Menorca es el primer punto de España en el que despedirse del sol y disfrutar de un atardecer aquí en sus playas es un regalo para los ojos. Los atardeceres son de los más bonitos y románticos del país. Y es que Menorca es un lugar en el que olvidarse de todo en la mejor compañía y practicar la desconexión más absoluta.
Las playas son enclaves idílicos, rodeados de naturaleza y perfectos para pasar una jornada en pareja, familia o con amigos. En verano la temperatura es ideal para disfrutar de sus aguas cristalinas.
Promesas de arena y sal
Menorca es perfecta para hacer un paréntesis en la rutina, y entre otras razones hay un auge de turismo gracias a Hauser & Wirth que es un centro de arte sólo accesible en barco situado en la Isla del Rey, delante del Puerto de Mahón, y que es un refugio clasificado como reserva de la biosfera por la Unesco. El centro está compuesto por ocho galerías de arte contemporáneo repartidas en 1.500 metros cuadrados. La sede de Menorca está enfocada a vender obras de arte al mejor postor. Su diseño enfocado a la sostenibilidad hace que sea un lugar mágico.
El pueblo con más huella británica
En la preparación de tu viaje a Mallorca has de incluir una parada en Es Castell, en la parte más oriental de la isla (de hecho es el municipio español situado más al este) y a sólo cinco kilómetros de Maó. Es la población en la que mejor se observa la huella de la dominación británica que hubo durante cien años en el siglo XVIII. Es el municipio que más lazos y vestigios británicos conserva; de hecho uno de sus puntos fuertes es la fortaleza inglesa de San Felipe. Al pasear por su casco histórico se percibe que todavía conserva los matices militares.
Sus habitantes tienen un carácter abierto y hospitalario. Es un encantador pueblo marinero y desde los puntos más altos de la localidad las vistas son preciosas, sobre todo al amanecer. Está situado entre Cala Corb y Cales Fonts, otro de los lugares que hay que conocer obligatoriamente. Se trata de un pequeño puerto pesquero realmente especial y con mucho encanto dentro del gran puerto en el municipio de Es castell.
Cales Fonts es una cala de pescadores que tiene algo especial y desde la que se puede ver el primer sol de España. El lugar debe su nombre a una fuente de agua dulce que había a la entrada del puerto. La oferta culinaria con productos locales y las vistas desde la terraza de algunos de sus restaurantes valen mucho la pena.
Algo que tampoco te puedes perder es el Puerto de Maó, uno de los más increíbles y de los mayores puertos naturales del Mediterráneo. En este lugar atracan yates y cruceros procedentes del mundo entero.
Si se visitan estos parajes y se reservan el alojamiento y coche con tiempo (porque más tarde será difícil encontrar opciones asequibles para un bolsillo medio), será un viaje perfecto en el que mimarse y desconectar.