
Llegar a Frankfurt puede resultar bastante económico porque hay varias compañías low cost que tienen vuelos directos al aeropuerto internacional de Frankfurt. La ciudad alemana no destaca por ser una de las ciudades más turísticas de Europa, pero sin duda merece una visita.
Una de las principales ventajas de volar a Frankfurt es que puedes organizar un viaje desde allí a Núremberg. A continuación te proponemos una escapada de tres días, uno para visitar Frankfurt y dos para recorrer la bonita ciudad de Núremberg.
Que ver en Frankfurt en 1 día
Un día completo en Frankfurt es más que suficiente para conocer la ciudad, ya que no cuenta con un gran número de sitios de interés. Nosotros te recomendamos que para comprender mejor la ciudad participes de uno de los free tours que se organizan a diario.
La mayoría de las visitas guiadas son en inglés, aunque puedes encontrar alguna en español, pero deberás planificarlo con más antelación. En este tipo de recorridos un guía local te explicará la ciudad y te indicará cuáles son los lugares de mayor de interés.
Centro de la ciudad, Römerberg y Römer
Para comenzar el día se puede dar un paseo por el centro de la ciudad, recorriendo su casco histórico donde además de poder detenernos a tomar algo, podemos visitar la plaza de Römerberg.
En Römerberg, que en español significa Montaña Romana, encontraremos el emblemático edificio medieval Römer, donde se halla la sede del Ayuntamiento. Se trata de un edificio que cuenta con más de seis siglos de historia.

La plaza también es testigo de las primeras ferias que se celebraron en la ciudad, en el siglo XIII. En la actualidad, en diciembre, se instala en ella uno de los mercadillos navideños más concurridos de todo el país. Si visitas la ciudad durante la época navideña, no puedes perdértelo.
En el extremo opuesto al edificio Römer se ubica la Catedral de San Bartolomé, que constituye uno de los mayores símbolos de identidad de la ciudad. Si bien es conocida como catedral porque en ella se coronaron diversos reyes y emperadores, el templo no es la sede del obispo de Frankfurt.
Desde lo alto de su torre se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad. La entrada a la iglesia es gratuita y lo que se abona es la entrada al museo. De jueves a sábado se puede visitar tanto en horario de mañana como de tarde, pero los viernes solo abre por la tarde, de 14:30 a 18:00.
Centro financiero
Otra visita imprescindible en Frankfurt es el centro financiero, situado al norte de Neue Mainzer Strabe. No podemos visitar el corazón económico de Europa sin pasear por las calles del distrito financiero, flanqueadas por colosales rascacielos.
Uno de los edificios más visitados por los turistas en este barrio es la Main Tower. No se trata de la construcción más alta de la ciudad, pero sí que con sus 200 metros, cuenta con unas de las mejores vistas de la ciudad.
Tras pagar una entrada de 5 euros aproximadamente, el ascensor se dispara a 20 kilómetros por hora al piso 55 y 56. Allí hay un bar-restaurante y el acceso a la terraza con vistas panorámicas.
A la salida, encontramos una de las fotos imprescindibles de nuestra visita a Frankfurt, el monumento del euro. Situado, a pocos metros, en Willy-Brandt-Platz, encontramos el mítico símbolo azul que representa la moneda europea y que hemos visto en tantas ocasiones, sin habernos preguntado nunca dónde estaba ubicado.
Muy cerca de allí, se levanta la Eurotower, un rascacielos de 148 metros de altura. En él tiene su sede el BCE (Banco Central Europeo), por lo que seguramente habrás visto su fachada en las noticias en numerosas ocasiones.
Algo más lejos, pero no a más de 10 minutos paseando se ubica el restaurante Hauptwache, en la plaza An der Hauptwache. Una edificación barroca que alberga una interesante cafetería, donde hacer una parada para reponer fuerzas.
Barrio Rojo
Otra parada en el recorrido por Frankfurt es el barrio rojo, situado junto al centro financiero, al sur de las orillas del río Meno. Lo ideal es hacer coincidir la visita a esta zona de la ciudad con la hora del “lunch”, porque es el momento en el que sus calles están más concurridas. El Bahnhofsviertel, además de ser conocido como en Barrio Rojo de Frankfurt, es un barrio con una excelente oferta cultural.
Tabernas de Sidra
Además de la famosa cerveza alemana, en Frankfurt encontrarás las Apfelwein-Wirtschaften, lugares que producen su propia sidra de manzana. Por lo general se trata de negocios familiares que cuentan con varios siglos de antigüedad.
En este tipo de bares se disponen mesas corridas en las que se sirve fundamentalmente sidra y platos típicos. En ellas es relativamente fácil entablar una conversación con los animados alemanes que las frecuentan. La mayor concentración de tabernas se encuentra en el barrio de Sachsenhausen o en el de Bornheim, cuya calle principal acoge algunas de las más famosas de la ciudad.
Si tras las sidras se te apetece descubrir la bulliciosa vida nocturna de la ciudad, en ella encontrarás multitud de clubes de renombre y algunos de los mejores DJs. Un ejemplo es el Robert Johnson, situado a orillas del río. Esta discoteca es una leyenda de la vida nocturna de la ciudad y en ella encontrarás algunos de los mejores DJs de Europa.
Que ver en Núremberg en 2 días
Núremberg se ha ido haciendo, durante los últimos años, un hueco en las rutas turísticas por Alemania. Esta ciudad, situada a menos de tres horas de Frankfurt, esconde un vasto patrimonio histórico. A continuación te facilitamos información sobre lugares de interés en esta bonita ciudad.
Castillo Imperial
El Castillo Imperial, o Kaiserburg, se sitúa en el punto más alto de la ciudad de Núremberg, en el interior de los muros de su muralla medieval. La historia del castillo se remonta a la época imperial y en diversas ocasiones acogió al Emperador del Sacro Imperio, cuando éste visitaba la ciudad.
La visita al castillo está formada por la capilla, una de las zonas más antiguas de la construcción, diversas cámaras, en las que se hallan dispuestas diversas exposiciones, como la de armas medievales, entre otras, y la Torre de los Pecados, desde donde se disfrutan de unas vistas inigualables de la ciudad.
El castillo imperial abre todos los días, pero su horario varia según la época del año. Lo mejor es consultarlo en la oficina de turismo. Respecto a la entrada, ésta varía según las zonas del castillo que se deseen visitar. Los jardines son gratuitos.
Puente del verdugo
La foto en el Puente del Verdugo es algo que no puede faltar en una visita a Núremberg, pero la mejor fotografía se toma desde el puente que está enfrente o desde la islita de medio del río.
Este puente de madera es una de las imágenes más medievales de toda Alemania. Su nombre se debe a que en él se ubica la vivienda del verdugo oficial de la ciudad, quien se dedicaba a ejecutar a los reos que no era populares en la época, por lo que todo el mundo evitaba cruzarlo. En la actualidad, la vivienda alberga un museo.

Junto a la torre del puente, en una bonita construcción de madera, se sitúa el antiguo almacén del vino. El edificio se levantó en el siglo XV y antes de convertirse en almacén del vino, fue una hospedería de leprosos.
Hauptmarkt
Hauptmarkt representa el corazón de Núremberg. En esta plaza se celebra, desde la Edad Media, el mercado principal de la ciudad.
La plaza está presidida por la Iglesia de Nuestra Señora, Frauenkirche. Este templo, de la época barroca, es considerado el edificio de arenisca roja más alto de todo el mundo. En el lado opuesto a la iglesia se ubica la Fuente Hermosa, Schöner Brunnen, con figuras que representan el Sacro Imperio Romano Germánico.
Saliendo de Hauptmarkt, y antes de cruzar el río Pegnitz, encontrarás la Iglesia de San Lorenzo, Lorenzkirche, dedicada, en la actualidad, al culto luterano evangelista. Cuenta con una hermosa fachada y un grandísimo rosetón. Merece visitar su interior, una joya del gótico tardío.
Por el otro lado de la plaza, camino del castillo, se encuentra la Iglesia de San Sebaldo, considerada el templo cristiano más antiguo de la ciudad. En la actualidad también está dedicada al culto luterano.
Reichsparteitag
Un recorrido que no puede faltar en Núremberg, conocida por ser la ciudad que juzgó uno de los mandatarios más importante de la época hitleriana, es su pasado nazi. La ciudad acogió los famosos congresos (Reichsparteitag) que el NSDAP, liderado por Adolf Hitler, celebraba para demostrar al mundo el apoyo con el que contaba el partido. Probablemente hayas visto miles de imágenes en blanco y negro de este tipo de concentraciones.
La proyección internacional que tuvo la ciudad durante aquellos años no tardó en pasarle factura y durante la Segunda Guerra Mundial sufrió diversos ataques. El más importante fue el de enero de 1945, cuando la gloriosa Núremberg quedó completamente arrasada por los bombardeos.
Si quieres profundizar en ese pasado nazi, no debes perderte la visita al Campo Zeppelin. El lugar que durante años se destinó a probar los artilugios voladores, se transformó en un campo de desfiles nazi, en el que se levantó una gran tribuna con una enorme esvástica realizada en piedra.
Aunque esta zona fue fuertemente bombardeada y ya no se conservan símbolos nazis, aún uno puede estremecerse al imaginar esa enorme explanada repleta de militantes del partido. Durante la visita es posible subir al púlpito desde donde el propio Hitler lanzaba sus discursos propagandísticos. Las gradas están devoradas, casi por completo, por la hierba, pero aún es posible intuir los asientos.
Documentation Center Nazi Party Rally Grounds
De los multitudinarios mítines de Partido Nacionalsocialista que se celebraron entre los años 1933 a 1938, aún se conservan restos de las enormes estructuras, testigos silenciosos de la propaganda que allí se realizó. Uno de ellos es el inacabado coliseo romano que debía tener capacidad para acoger a 50.000 personas para celebrar los congresos del partido nazi y cuya construcción se vio interrumpida por el comienzo de la II Guerra Mundial.
En la actualidad, este espacio alberga el Centro de Documentación Nazi Party Rally Grounds. Su exposición ofrece una amplia visión de la historia del partido y sus manifestaciones, así como de la dictadura. Núremberg ha realizado un gran ejercicio de memoria histórica y no esconde su pasado.
Búnkeres y refugios antiaéreos
Muchas de las galerías que recorren el subsuelo de Núremberg se remontan a la Edad Media. Se tiene constancia escrita de la existencia de estos pasadizos subterráneos desde el siglo XIV, utilizados en aquella época como bodegas de maduración y almacenamiento de la cerveza de la ciudad. De hecho, incluso hoy en día, algunas cervecerías artesanales, como por ejemplo la Hausbrauerei Altstadthof aún utiliza una pequeña parte de este mundo subterráneo.
Aunque originalmente estos singulares laberintos tuvieron como objetivo almacenar cerveza, durante la II Guerra Mundial estos espacios en el subsuelo sirvieron como búnkeres y refugios antiaéreos, en los que la población se refugió de los continuos bombardeos que vivió entre 1943 y 1945.

Conocer la Núremberg subterránea requiere de diversas visitas porque la ciudad por debajo es como un queso suizo. No obstante hay una especialmente interesante en el número 52 de la calle Obere Schmiedgasse, junto al museo de Alberto Durero, conocido como el Bunker del Arte. Estas galerías, ocultas bajo la colina del castillo, fueron las que escondieron gran parte del patrimonio artístico de la ciudad, salvándolo de ser destruido.
No obstante, también es posible apuntarse a alguno de los numerosos tours que se realizan en el subsuelo. Algunos ejemplos son: el tour en la oscuridad, el tour de la cerveza, el tour de los Fantasmas Olvidados del Sótano de Nuremberg, entre otros.